Felicitación de navidad
18 diciembre, 2019¿QUIERES GANAR UNO DE LOS DIAGNÓSTICOS FUNCIONALES QUE SORTEAMOS?
23 enero, 2020Debemos tener en cuenta que el cuerpo humano es movimiento. Hace mucho tiempo todos los tratamientos proponían el reposo en cama y la aplicación de calor como medida de curación o la colocación de una toalla enrollada en la zona lumbar para la comodidad del paciente, pero hoy en día, se busca cada vez más la funcionalidad y el movimiento para reducir el dolor. Hay que respetar el reposo, pero también hay que buscar la manera de retomar la actividad a través del movimiento para dejar de padecer dolores articulares. El reposo puede producir inestabilidad y dolor de espalda, siendo un mecanismo lesivo, y aumentar el riesgo de que el sistema nervioso esté en constante lucha por controlar esa inestabilidad. Lo más importante será aprender a controlar esa inestabilidad, manteniendo el movimiento y realizando la rehabilitación de la espalda baja. El objetivo no será moverse mucho, sino que el sistema nervioso sea capaz de controlar todo lo que ocurre a nivel vertebral en cada grado de movimiento. Esto es transferible a la zona lumbar, zona pélvica, zona del hombro, etc.
En el cuerpo humano podemos encontrar tres sistemas que tienen influencia en la región lumbopélvica: el sistema nervioso, el sistema pasivo y el sistema activo.
- El primero de ellos es el sistema nervioso. Éste detecta estímulos (mecánicos, químicos, etc.) pero también envía órdenes para la contracción e inhibición muscular.
- Encontramos también el sistema pasivo, que está compuesto por las vértebras, discos intervertebrales y ligamentos, siendo su función, entre otras muchas, proteger y sostener la médula espinal.
- En cuanto al tercero, al sistema activo, está compuesto de músculos tanto profundos como superficiales. Los músculos profundos dan estabilidad, y son los siguientes: El Multífido (Multifidus), el Transverso Abdominal, el Diafragma y la musculatura del Suelo Pélvico. Los cuatro músculos, son músculos que rodean toda la zona abdominopélvica creando una faja anatómica: arriba el Diafragma, abajo el Suelo Pélvico, delante el Transverso Abdominal y detrás los Multífidos. En concreto el Multífido, es realmente el músculo donde reside todo el trabajo de estabilidad de CORE o estabilidad lumbopélvica. El transverso abdominal es muy importante ya que través de éste, conseguimos que en los multífidos se genere una co-contracción. Además, a nivel neurológico existe una relación entre dichos músculos: cuando activamos el transverso abdominal, provocamos la co-contracción del Multífido. Por eso es tan importante el transverso abdominal en la estabilización lumbopélvica.
Otra cuestión importante es la musculatura superficial que proporciona movimiento al tronco y que está compuesta por: el Cuadrado Lumbar, el Recto Abdominal, el Erector Espinal, los Oblicuos, el Dorsal Ancho, el Glúteo Mayor, Menor y Medio, y los Isquiotibiales. Existe una sinergia entre grupos musculares profundos y superficiales y esa contracción recíproca se da entre ellos. En otras palabras, cuando los profundos se activan mucho, los superficiales trabajan menos y al revés, y esto es la base del CORE. Cuando existe una inestabilidad entre todas estas áreas aparecen los casos de dolor como por ejemplo la degeneración de los discos y otros tantos trastornos musculoesqueléticos.
Para la rehabilitación de una persona con dolor lumbar crónico, hay que trabajar en el control motor de la musculatura estabilizadora, esto es, la musculatura lumbopélvica, a través de la contracción del transverso abdominal con ejercicios de fortalecimiento. El sistema nervioso central es el encargado de controlar la actividad muscular y de establecer patrones de activación espacio-temporales en función de las necesidades del control espinal.
Al final, el objetivo será integrar las activaciones musculares en diferentes movimientos del día a día, como por ejemplo, la flexión y torsión de tronco, como por ejemplo cuando levantamos un objeto, ya que éste es el mecanismo más lesivo, y/o mediante ejercicios de rehabilitación de espalda pautados por los especialistas.
¿Qué ocurre con los pacientes que sufren dolor lumbar?
Cuando el cuerpo emite un estímulo doloroso en la zona lumbopélvica, los músculos profundos tienden a la inhibición y los músculos superficiales tienden a la hiperactivación. Una inhibición ocurre cuando un músculo trabaja menos por un reflejo. Como consecuencia, ocurre una atrofia, un dolor en la espalda baja, es decir, en la zona lumbar. Una hiperactivación, en cambio, es una mala adaptación ante el dolor. En otros términos, el sistema nervioso central detecta que hay grupos musculares que no están trabajando (la musculatura profunda), entonces, para mantener el equilibrio, lo regula aumentando paralelamente la actividad de otros grupos (la musculatura superficial).
Cuando tenemos grupos musculares que trabajan más, se pueden desarrollar puntos gatillos (contracturas) y estos a su vez generan dolor de espalda. Cuando el dolor en la espalda baja viene provocado por una lesión o por la aparición de puntos gatillo, por mucho que tratemos los puntos gatillo, si no activamos la musculatura profunda, siempre va a haber dolor. Por eso, a veces, aunque una hernia discal haya sido intervenida o se haya absorbido, puede seguir doliendo, porque la musculatura sigue estando en hiperactividad.
Resumiendo, el dolor lumbar provoca cambios en el sistema neural (adaptaciones neurales). Desafortunadamente, no siempre existe la capacidad de contraer el transverso abdominal, ya que hay una inhibición de la musculatura profunda por lo que otros músculos superficiales trabajan más de lo normal. Es decir, se contrae el recto abdominal (musculatura superficial) pero puede que la musculatura interna (el transverso) no trabaje. Si el cerebro aprende a utilizar los músculos superficiales para suplir la musculatura profunda que no trabaja, provocará inestabilidad en la zona lumbar, generando puntos gatillo, y como consecuencia, dolor de espalda y sobretodo dolor lumbar.
¿Cómo integrar la contracción del transverso abdominal en el movimiento?
El transverso abdominal tiene una pre-activación, se activa antes de que el cuerpo haga nada para que el Multífido se contraiga y se active la estabilización. Ya que la activación del sistema estabilizador tiene que ser previo al movimiento, tiene que estar preparado antes de que haya algún movimiento en las vértebras. Sin embargo, en personas con dolor lumbar el transverso pierde esa pre-activación, siendo éste la causa del dolor. Hay que procurar que el sistema nervioso integre esa contracción en la postura fisiológica de cada uno mediante un tratamiento para aliviar el dolor de espalda.
En conclusión, en pacientes con dolor en espalda baja, hay que corregir los patrones incorrectos de movimiento: hay que aprender a activar el transverso, a activarlo previo al movimiento y a integrarlo en el sistema nervioso. Esto se consigue a través de ejercicios de rehabilitación de espalda, repetitivos y con atención médica de los especialistas. Finalmente, en el transverso se activará el Multífido y la musculatura interna, estabilizando el dolor localizado en la zona lumbar y aliviando el dolor de espalda.